La emoción, y la pirámide invertida de la razón.
- Mr. Heart´s Marketing
- 20 oct 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 21 oct 2019
Las marcas deben de seguir un esquema AIDA, si quieren perdurar en el tiempo.
Generar atención, interés, deseo, son el inicio para realizar la conversión en ventas deseadas, previa conversión de la lógica racional, generando impulsos emocionales y confianza ante la oferta.
Seguir esta secuencia, subirá el ratio de conversión en nuestras campañas digitales (comerciales o de branding ) y los objetivos de nuestros planes de comunicación estratégicos, serán más longevos en el tiempo.
Cuando se oferta un lanzamiento, un reposicionamiento de marca etc... hay que trabajar en esta dirección, potenciando el recuerdo, para llegar a impactar con lo que queremos transmitir.
Recuerda que estás en un escenario hostil, saturado y lleno de indiferencia.
El recuerdo es la gasolina que genera impactos, tráfico de valor y es la base de la conversión, tanto a nivel cuantitativo, como cualitativo.

Cuando se habla de storytelling, neuromarketing, marketing de contenidos, o estrategias SEO, debemos de trabajar en la base de generar un interés diferencial, capaz de generar clics o leads en base a unos iniciales argumentos emocionales, que son la base de la estrategia, por estos motivos:
Nuestro cerebro recuerda únicamente lo que nos interesa.
Nuestro cerebro gestiona los recuerdos a corto y largo plazo, en base a tres criterios, que abren la puerta a la diferenciación, y permiten que el impacto, genere tráfico de interés, gestión de deseo y aceptación de una oferta que también cubra necesidades emocionales.
¿Cuál es el elemento clave?
La emoción.
Un contenido emocional abre la amígdala cerebral y posiciona a los elementos racionales cognoscitivos en un segundo lugar.
La emoción, genera recuerdos si se dimensionan en un tiempo y lugar emocionalmente importante, y que quedarán reforzados si lo estructuramos en forma de historia
La mayoría de las decisiones diseñadas para generar tráfico y ejecutar compras, se gestionan por impulsos de un modo emocional, y quedan segmentados en tres grandes mecanismos de activación del ser humano.
a/ Aversión a la pérdida de oportunidad.
-Nuestro cerebro racional, prioriza curiosamente, más por lo que podríamos perder, que por lo que podríamos ganar o a que beneficios nos podría deparar esa propuesta de valor, en ese momento de impacto concreto.
-Generar alertas, ofertas, o estímulos a corto plazo, activa más la amígdala vigilante para evitar el riesgo de perder esa ocasión, y eliminar así enfrentarnos a los beneficios de probar un nuevo producto, desafío o necesidad ofertada.
¿Por qué se genera este mecanismo?
La respuesta es clave, necesitamos ejecutar necesidades para seguir ilusionados, vivos, aceptados, y para ello necesitamos una recompensa de pertenencia interna y social.

b/ Necesidad de recompensa.
Invertir la pirámide de Maslow, debe de estar más activa que nunca en las estrategias actuales de las marcas, ya que los consumidores acomodados, tienen una mayor necesidad de pertenencia a una sociedad digitalizada, consumista, pero a la vez más concienciada y con un mayor sentimiento de autorrealización.
La ecología social, los impactos emocionales, el efecto halo asociado a recuperar los elementos cognoscitivos aprendidos a nivel emocional, hace que cualquier mensaje direccionado, genere un mecanismo de apertura de los hipocampos del recuerdo y abre el almacén normalmente cerrado a los mecanismo de saturación, ocasionados por los impactos diarios de contenidos racionales.
Recuerda
Si quieres impactar, genera un contenido emocional en tu comunicación, busca el lugar y momento idóneo, y genera una secuencia de argumentos fáciles de recordar.
Las historias generan recuerdos a corto y largo plazo, ya que se articulan con imágenes y mensajes que se estructuran emocionalmente y positivamente con más rapidez.

- La comunicación racional, tradicionalmente asociado a contenidos comerciales, no se pueden articular en forma piramidal tradicional, se deben de gestionar como una pirámide invertida, que empiece por la emoción y termina en la base de una razón más inestable, un movimiento escalonado que parece ilógico, para esencial para conseguir beneficios o indiferencia, si no seguimos la secuencia de nuestro cerebro.
La eficacia de las distintas campañas, empieza con un gestor de emociones, en un lugar y escenario adaptado a tu público objetivo..
c/ Autoeficacia en la comunicación, para generar la conversión irracional.
La sociedad actual ha evolucionado tanto, que necesita almacenar los recuerdos seleccionados con más rapidez y facilidad para ser digeridos.
Los contenidos y estructuras de las campañas, han de ser más disruptivas e intuitivas y menos comerciales, menos es más, ¡no lo olvides!
EL marketing de automatización, antes y después del inicio de una campaña, debe de empezar con un acercamiento emocional, no con una oferta comercial.
¿Cuál es la síntesis?
Podemos afirmar que el recuerdo a corto o largo plazo y el éxito de las campañas deben de basarse en proyectar una lista de bullets estructurada, rompiendo el esquema tradicional:
* Cubrir necesidades emocionales, no productos o servicios comerciales, eso lo dejamos para más adelante, si nuestro target se conexiona con nuestra cultura.
* Gestionar el riesgo a perder oportunidades de pertenencia, es una realidad. Usar herramientas de remarketing de seguimiento, sin agobiar, pero si sugestionar.
* La necesidad de obtener recompensas de forma sencilla, sintetizadas en campañas personales, que cubren esas necesidades cruzadas de oferta, permitiendo que nuestro target puedan sobrevivir y generar engagement con los mensajes posteriores de esas empresas, que quedan posicionadas inicialmente o reposicionadas, en otras fases posteriores.

Los consumidores quieren recordar, quieren consumir, pero necesitan ser emocionalmente impactados y gestionados, por empresas que tienen algo que contar, comprometidas con el ecosistema, y que generan historias con una adn estratégico, no percibido en su forma, pero si recordado en su esencia.
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