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Resetea tu jaula personal.

  • Mr. Heart´s Marketing
  • 5 abr 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 6 abr 2020

La situación actual es similar para todos, y tiene un punto objetivo en común, sobrevivir en un espacio físico sin libertad, y modificando nuestras rutinas on the go.


La pérdida de la libertad, de tus rutinas, de tus obligaciones, de tus momentos de libertad, te obliga a ponerte a prueba, a analizar y a validar la calidad de tu esencia, de tu identidad, fuera a parte de tus bienes materiales, en tu jaula ganada en tu vida habitual.

Hay un ecosistema físico y emocional fuera de tu jaula, que te debe de llevar a reflexionar sobre este nuevo escenario, con el objetivo de prepararte emocionalmente para volver a la jungla de la normalidad.


Tu jaula actual debería estar en proceso de reseteo durante estas jornadas de confinamiento, para disfrutar de tu jungla cuando tengas otra ver la libertad condicional.

Es posible, y deberíamos de pensar que después de este escenario, es inviable que volcamos a tener una libertad real asegurada, virginal y estable, ese escenario que antes sí teníamos asumido.


Tenemos que preguntarnos y respondernos, para cuando llegue el nuevo escenario, recordando lo que le sucedió al Cid en su destierro (nuevo escenario al que tuvo que adaptarse) y que resume esta situación actual:


“por necesidad batallo (trabajo), y una vez puesto en mi silla (puesto de trabajo), se ensancha Castilla (recuperar el escenario perdido) delante de mi caballo (el nuevo horizonte).


Origen de la situación.


Nadie pensaba que esto pudiera suceder en esta dimensión, por ignorancia y por tener una visión egocéntrica dentro de nuestra zona de confort social.


¿No hubo guerras que cambiaron la vida a la población? Esta situación de asedio, se vuelve a repetir, pero dentro de una jaula VIP, no nos deberíamos de quejar tanto.


Si es verdad que estamos antes un nuevo conflicto bélico, que ha cambiado y paralizado nuestro ecosistema, y debemos de aprender de esta guerra sin misiles.


Esta es la primera hostia en la cara, pero vendrán más, aprendamos a mejorar nuestro interior, para graduarnos lo antes posible en hostiología, aprender a base de nuevas incertidumbres.


Escuchando a Javier Iriondo, quiero usar sus palabras y su estructura, para reconstruir y expandir mi interior y el de aquellos que se identifiquen con este máster de la vida.


Objetivo de la formación. Aprender a bailar por el ring del cuadrilátero creado, evitando los golpes y buscando la posibilidad de evitar el KO, aprendiendo a vivir una auténtica realidad, con la mayor serenidad y coherencia.

1º- Aprender a reconocer nuestros miedos, nuestras debilidades y amenazas.


La vida puede ser tu mejor amiga o tu peor rival, ella te conoce perfectamente, por este motivo, cada uno debemos implicarnos en conocernos aún mejor, con el objetivo de disfrutarla o enfrentarnos a ella, en cada prueba que nos pone.

- Apunta tus miedos, tus debilidades, sus obsesiones, tus preocupaciones, una vez identificadas, comprende si tiene sentido la dimensión o importancia que le das.


- Si asumes tus miedos, aceptar tus fortalezas y activas tus oportunidades, ya que has eliminado tus limitaciones, te has enfrentado a ti mismo, ¡camino libre para avanzar!

¿La vida ahora te puede poner a prueba?

Ahora sí, porque te conoces y te valoras.

2º- Pasar a la acción y evitar el peligro de quedarnos quietos.


Puedes conocerte, resetearte, puedes tener una cierta ilusión emocional, pero puedes quedarte off, y no activarte ante la visión de libertad que tienes antes ti, ¡este es un problema a resolver!

El mayor peligro que te acecha es la “no acción o tu pasividad”, ¡ahora debes de ponerte tu mono de trabajo, para disfrutar día a día, de tu libertad recuperada!

Pautas para seguir en pie.

  • “Siempre es mucho peor el castigo mental de sentir el miedo a cada paso, que enfrentarnos y saber dónde está la base original, donde asienta a tu vista el peor escenario posible”.


Escondernos nos debilita, nos hace pequeños, perdemos lo más valioso de nuestro ser, nuestra esencia, nuestra magia, nuestra alegría ante el reto de la vida.

  • Todos somos héroes, aunque no lo creamos, ya que un día nos dimos cuentas que huir no tiene sentido. Nacemos libres y un día debemos plantearnos recuperar esa libertad en nuestra vida.


  • Nuestra estima, nuestra esencia, nuestra alegría de sentir y de vivir, crece exponencialmente, en función de cuantas veces nos enfrentamos a nuestros miedos, retos y limitaciones mentales.


  • Si practicamos a perseguir la sombra del miedo, este huirá de ti y te respetará. Si te dejas dominar por él, nunca saldrás del nuevo cuadrilátero y no sabrás por donde te golpean, tu protección pasiva no te salvará del KO.


  • Somos seres humanos, debemos saber que el miedo es un reto, un sentimiento que nos evoluciona, pero si lideras a un equipo, intenta evitar transmitirlo y muestra las soluciones para reducir sus consecuencias, desde la serenidad y la fortaleza mental.

Si el miedo nos persigue, debemos de elegir la opción de quitarle protagonismo, en ese caso, el miedo se alejará ante nuestra valentía y la nueva fortaleza reconstruida nos dará libertad merecida.

3º- Prepararte para el peor escenario.


El escenario es un combate directo que tenemos que ganar, o sí o sí, al miedo interior.

  • Nos sea creativo generando miedos. El miedo generado en nuestra mente, es mucho más potente y está sobre dimensionado, con respecto al miedo de las circunstancias reales, en la mayoría de los casos.


  • Ascensor o escaleras, tú eliges. El peor escenario es bajar por el ascensor de la pirámide de Maslow, de tu planta “x”, a la planta baja (la base de la pirámide).


Si aprendemos a subir por las escaleras, peldaño a peldaño, sabremos asumir bajar los pisos, por los mismos peldaños que ya pisamos.


Si subimos en su día, en el confortable ascensor sin fatiga y apoyados por tu entorno, es posible que cuando toque bajar por éste, obligados por las circunstancias, nos genere más miedo e incertidumbre.


En un sentido u otro, el final y el inicio de los pisos, sabes dónde están, si tienes confianza y has trabajado la libertad, podrás subir y bajar por las escaleras, esté o no activo el ascensor, sujeto siempre a la corriente externa de tu persona.


  • El pozo más profundo tiene siempre un final. Cuando una persona toca fondo, tiene la certeza, la libertad, la estadística y la lógica de que ahora solo puedo avanzar y empezar con su nueva esencia y una luz que le ilumina.

  • Nunca pierdas tu identidad. Cada persona es un milagro del universo, tenemos una esencia que nos diferencia dentro de nuestro entorno, si éste cambia, el escenario cambia, el objetivo es simple, trabajar para fortaleces nuestra identidad.


4º Evitar los 3 mitos que devalúan nuestra sociedad.


¿Por qué tenemos una sociedad con un PIB deficiente en valores? Hay unas afirmaciones que son contradictorias, piensa disléxicamente y encontrarás la esencia para ser libre, si tu vida te da un aviso que no esperas.


Somos lo que tenemos.

Cada persona evoluciona y acumula bienes materiales, esto debe de ser algo anecdótico, no hay que darle más importancia, y sobre todo si esos activos vienen sobre venidos y no trabajados a conciencia.

Un día, esos bienes que te rodean, desaparecen o se minimizan, ¿Qué sucedería?


“No eres un tener humano, eres un ser humano”.

Javier Iriondo www.javieririendo.es.


El que vive rodeado de bienes, y no valora su propia esencia inmaterial, ha vivido en un sueño y todavía no ha empezado a vivir con consciente.


El mayor bien, el legado de una persona son sus valores, su identidad, su esencia, su marca personal, no la marca de sus bienes materiales o los números de su libreta de ahorro.

Soy lo que hago.

Cada persona tiene una actividad para ganarse la vida, esto debe de ser algo también anecdótico. En las horas laborales, se cumple una misión funcional, cuando se termina cada persona debería disfrutar de su libre, abierta a interactuar y sentir la empatía del escenario que sí es real, la vida con humanidad.

Hay miedo a salir de la protección del escudo ganador de las posiciones profesionales que nos prestigian, pero este error elimina la libertad de sentirse una persona social con identidad.


Seas un alto cargo, o un empleado de menor rango para la sociedad, piensa que debes de romper esa idea de “soy lo que hago, y enfocarlo a soy lo que soy, una persona que respira como todos, en libertad”.

Soy lo que piensan de mí.

La mayor libertad y uno de los valores a transmitir a nuestra sociedad, es la necesidad de recuperar el derecho a la identidad, dejando de estar sometidos a la opinión del rebaño que marca el confort de la aceptación social.

Somos seres que vivimos en grupo, trabajados y nos relacionamos con normas marcadas en beneficio del grupo, pero no por ello, debemos de estar sometidos, si esta situación nos supone perder nuestro activo más grande, nuestra identidad.

¿Por qué he escrito estas palabras?

El Sr. Covid 19 y sus creadores, han pretendido quitarnos nuestra libertad, diezmando nuestra identidad personal y de pertenencia a una sociedad que vivía en un entorno de cierta estabilidad engañosa, eso sí es verdad.

Si después de leer estas ideas, no hemos iniciado una reflexión basada en que “detrás de un drama, hay una bella oportunidad”, el virus habrá conseguido su objetivo, matar nuestro cuerpo, o aún peor, habrá aniquilado a muchos milagros del mundo, como tú.

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